Albañilería en Zaragoza

10 de marzo de 2020

La albañilería es el oficio por el cual se construyen todo tipo de muros, tanto externos como internos, que conforman la estructura de un edificio. Para ello, se utilizan todo tipo de materiales como el cemento, la piedra, el yeso o el ladrillo. Es precisamente el enladrillado una de las fases fundamentales en la construcción de numerosas estructuras, puesto que este material se ha usado durante décadas para levantar edificaciones firmes y resistentes.

El oficio de la albañilería es uno de los más antiguos del mundo, que comenzó siglos antes de Cristo. Por aquél entonces, los pueblos mesopotámicos ya utilizaban la piedra y el adobe para levantar casas y palacios. Con el paso de los siglos, el ser humano ha ido incorporando y desarrollando nuevos materiales de construcción que le han permitido levantar edificaciones con varios metros de altura, garantizando su solidez y su aguante.

¿Cuál es la función de un albañil?

El trabajo del albañil es asegurarse de que la estructura a levantar cumple con todos los requisitos de diseño y seguridad. Además, debe ser capaz de interpretar los planos realizados previamente por el arquitecto y ser capaz de comprender su esquema. Deberá tener una buena visión espacial para poder colocar todos los objetos en su lugar: ventanas, puertas…

Los trabajos de albañilería se requieren allí donde se necesite levantar o derribar muros, bien sean nuevas construcciones, ampliaciones, restauración de edificios o reformas integrales.

Otras de las funciones que deben desempeñar los albañiles son:

• Colocación de materiales como ladrillos, piedras o bloques de cemento con mortero para construir muros, cimientos, tabiques y otro tipo de obras.
• Canalizaciones de fluidos.
• Colocación de tejados y cubiertas.
• Apertura y cavado de zanjas.
• Nivelación de los encofrados.
• Impermeabilización de revestimientos.
• Recubrimiento de paredes.

Herramientas de albañilería

El albañil trabaja con una amplia variedad de herramientas entre las cuales se incluyen las paletas, con las cuales recogen el mortero del recipiente donde se encuentre para cubrir con él la superficie de los ladrillos o bloques para unirlos. Esta paleta tiene una forma triangular y está fabricada con acero forjado, y tiene un mango en una de sus esquinas para que el albañil pueda manejarse adecuadamente con ella.

La llana es otro de los utensilios imprescindibles en el oficio de la albañilería. Esta paleta metalizada de forma rectangular ayuda a extender fácilmente el mortero, argamasa, yeso, etc. por la superficie a cubrir. También se utiliza para alisar los revestimientos de las paredes y techos.

El cincel de pala plana se utiliza para levantar paredes y muros que han sido revocados entre otros usos, además de para quitar y extraer diversos materiales adheridos a los revestimientos. También puede emplearse para cortar superficies como baldosas o ladrillos con un golpe limpio y seco, colocando su parte más pequeña sobre dicha superficie y golpeando la parte contraria con un martillo o maza. Esta maza es otra de las herramientas imprescindibles en albañilería, puesto que se utiliza para realizar derribos de paredes y tabiques de forma rápida y sencilla.

Herramientas como los cortadores cerámicos ayudarán a los albañiles a poder cortar azulejos y baldosas para colocarlas en los revestimientos de suelos y paredes, cuando estas no se ajustan a la superficie donde van a ser colocadas. Así, se pueden cortar a la medida para diseñar patrones perfectos y que el revestimiento esté cubierto por completo.

Otras herramientas auxiliares como la pala, el flexómetro, el nivel o la carretilla serán fundamentales para que el albañil pueda desempeñar un trabajo profesional.

Materiales de albañilería

Uno de los materiales por excelencia empleados en albañilería es el ladrillo, una pieza de arcilla cocida con forma rectangular. Existen diversos tipos de ladrillos, dependiendo de las necesidades de la construcción. Los ladrillos huecos, por ejemplo, se utilizan para construir tabiques ya que este tipo de ladrillo es muy ligero y no es el más adecuado para soportar grandes pesos.

El hormigón tiene una gran relevancia en el ámbito de la cimentación, aunque puede utilizarse para multitud de usos. Está hecho a base de una mezcla de cemento, arena, agua y gravilla, pudiendo añadir más aditivos dependiendo del uso al que se vaya a destinar, modificando sus propiedades finales. Es un material muy versátil y de bajo coste que se emplea en la práctica totalidad de las construcciones hoy en día por sus múltiples ventajas.

En general, los materiales más utilizado son materiales pétreos como el mortero de cemento o la piedra, componentes que ayudan a levantar estructuras sólidas y resistentes.

Tipos de albañilería

Albañilería simple

Este tipo es el más tradicional y común que existe para desempeñar el oficio de albañil. Esta tipología abarca todas aquellas obras en las cuales haya que utilizar materiales básicos como los ladrillos o el mortero, para construir estructuras que soporten todo el peso de la construcción.

Albañilería armada

Se conoce así a la clase de albañilería que utiliza acero para reforzar los muros previamente construidos. Para ello, se utilizan tensores que actúan reforzando la estructura vertical, y estribos que refuerzan la estructura horizontal. También se emplean otros refuerzos en los cimientos y pilares de la edificación.

Albañilería reforzada

En esta tipología se utilizan refuerzos horizontales y verticales, enmarcados por elementos de hormigón armado. La unión de cadenas y pilares en la estructura otorga unas propiedades de calidad y resistencia a todo tipo de edificaciones.

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